martes, 22 de octubre de 2024

Una capa

dos

la vida geológica de los afectos.

Puedo entender la fatiga

incluso las ganas de irse de este mundo pero por cansancio, por saturación de intentar organizar un cuerpo que no

que se enferma, lesiona, desvanece a cada rato.

-Esa fue una de las frases más impactantes de mi analista que poco después se fue de este mundo-.

Quizás por eso

se extrae algo solo en el acto, en el hacer

en el trajín

del movimiento y la acción

sudar de la mente

porque la mente es un músculo.

El tedio, el cansancio, lo enorme de las labores que el sueño loco de las ideas, razones y cosas elucubra como una voluta interminable en ascenso

sin embargo

a veces

cuando

la luz no te lastima el ojo

el ojo no termina en el lago

el movimiento te habita

el paladar y la sed

 gustan

de una cosa rica

se disuelve algo, ahí

se evanesce y

desvanece

impregna

una capita suave

un rocío sutil

como un traje.

Ese traje, que ponés y sacás vos a las cosas y sin saber cómo ni porqué

pero ahora ves

que sos vos quien pone y saca, que eso

está en vos y cuanto mucho 

reverbera o no

o te parece que

rever

vera

no .


Hay que exprimir de algo, una extracción

un insecto que liba

una luz que rebota

un párpado que se pliega

una sombra móvil.

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