miércoles, 21 de diciembre de 2022

 Que el alma flote por unos días

suspendida

-que siga, ya anda flotante-

que el borde se deshaga en la gran fiesta

-que siga, ya se deshizo-

que el cuerpo se alimente de savia nueva

que la fuerza venga desde abajo, desde arriba, desde afuera y desde adentro

que el sueño nos repare

y que se guarde en una arteria lo vivido para que el bumbum de su cadencia

vuelva

cuando haga falta

cuando haya heridas

cuando el pensamiento intente devorar los actos y los afectos se pongan demasiado tristes.


martes, 20 de diciembre de 2022

Un día aprendí a no desprovechar la oportunidad

que las cosas son irrepetidas, inciertas, las causas desconocidas.

Después todo se volvió más fijo

la vida mamífera: los hijos, los horarios de trabajo

una profesión que requiere de la regularidad y el entrenamiento

veía que otros viajaban , iban y venían cuando teníamos veinte, treinta, cuarenta.

Yo solo iba de una ciudad a la otra.

Añoré un día los años locos.

Después, cultivé la ritualidad, el devenir mil cosas en una misma habitación

las olas que suben y bajan con las hormonas y las locuras de las familias

el calor de hogar

el frío del hogar

todo se mezcló en un maremoto, una ola gigantesca

todo se perdió en un olvido milenario.

Como un ave

un dron, se miró todo desde otro lado.

- Vivimos la época de otra cosa ahora- me dijo el sabio.

-Okey- dije.

Y seguí para otro lado.

Otro día recordé la añoranza melancólica por el pasado

como si siempre todo lo pasado hubiera sido mejor

aunque eso siempre lo dice un yo del presente.

En fin, me dije, qué locura.

Qué ejercicio, qué lucha contra el diablo

dejar el diario del lunes a un lado

y el del martes, el miércoles y el jueves.




















jueves, 15 de diciembre de 2022

 Crucé a mamá en la esquina de su casa

en su andar tamborileante iba  al kiosco.

No me reconoció, dio un respingo

me presenté como si no nos conociéramos y se rio, nos reímos ambas fuerte cuando me dio la mano formalmente.

-Voy comprar cigarrillos, compro un paquete solo porque si no fumo más-

dijo como dice hace cuarenta años.

Ella es tres:

una cree en lo que dice

otra me lo dice para intentar que me lo crea

otra no recuerda ya a sus hijas.

Y mañana será otra: una que ríe y me hace reír.

lunes, 5 de diciembre de 2022

 En el lago no se veía una onda

era por debajo que las corrientes agitaban

el asco se transforma en un segundo en lo contrario

en menos de un segundo

el deseo enloquecido

se recubre.

A algunos casi todo les da vergüenza.

Nos habíamos quedado quietas mirándonos largo rato con la ilusión de aferrarnos a nosotras mismas 

 a esas mismas que habíamos sido amantes 

de nosotras mismas, entonces, antes

éramos otras

pero algo también en  nosotras éramos las mismas

eso se retorcía y no quería ceder

porque es, se veía hermosa esa vida pasada, ahora

pero ahora

no entonces

y ahora no, tampoco

porque ahora dura muy poco y en seguida

el asco y el amor lo mismo dan

llorarse o reírse de las desgracias y desencantos

lo mismo

dan

es cuestión de perinola.

Perdón, amigo mío

por haberte inventado un laberinto

o un salvavidas

o un ancla o un navío.

Perdón y gracias por hablar un idioma tan extraño que igual te lo agradezco

porque en vos

hay un ofrenda.

No entiendo como hacemos el equilibrio y quizás nunca vea de donde nos agarramos.

Eso

en mi mano, en mi oído, en mi vaso de agua

sostiene la noche.

La fabricación de lo raro

como un hormiguero que diseña su forma en tanto avanza

soy un gusano

un anélido

y vos

y vos

¿qué?

¿Y vos?

Ayer

no pude evitar ver los brazos y las espaldas peludas

no pude evitar

vencer la repugnancia de los olores rancios de las transpiraciones

-me parecían gorilas y las pieles femeninas, arrugadas, vencidas, dulces y tersas-.

Me dijo : dale, que la vida se va

me hizo sonreír

me puso como una hélice en la pelvis y los pies y dale que dale otra vez al ruedo, la pista, el tango canción

me hizo deponer el capricho de elegir a las personas por el olfato

toda-la-vida-en-cualquiera

tiempo corto o largo

ay

ay 

ay

ay.

Perdón y gracias, es que no me daba cuenta.

domingo, 27 de noviembre de 2022

 No se puede

re encantar al desangelado día, año, vida

devolver ese brillo

ese manto azul

morado

verde

que antes, a veces, parecían portar cosas

que veía

que parecían

envolver el frío inicial

algunas

tenían brillo, más resonancia, 

era un manto sirénico

hipnótico

escamoso y plateado

hermoso, pero ahora

se me fue y no vuelve.

No volverá.


Al que aman no lo aman

su deseo te da asco

y tu amor le causa indiferencia

su torpeza se transforma en tu desánimo

y ya ahora muchas

no aguantan-mos más  esas cuasi violaciones que se perpetran en esa guerra permanente, aciaga

eterna, interminable

que lleva siglos, milenios

esa horripilante sexualidad que es

la moneda

corriente

porque

no 

se quiere

escuchar.

¡No se escucha! No se acepta

se miente

se miente

se miente por tantas razones

se oculta, se soslaya, se solapa, se subsume

que somos

otra

lo otro

la otra

se la odia aplicada

mente

a esa.


Conversamos en la galería, ha comenzado el verano

bebemos la fruta fría de la fruta

miramos en las luces del cielo, el cañaveral allá atrás

en busca de un descanso -breve, al menos-

del desconsuelo.

La vida y la muerte se enlazan en esa sempiterna danza como en un enredo de plantas

y todo

por haberlas visto posadas en un 

pedestal.



martes, 22 de noviembre de 2022

Rasgada en el lapso del tiempo

inútil

devaneándose en el tiempo de las cosas

buscándose en alguna

como

regar las plantas, sacar un par de yuyos al pasar

esperar 

que mis hijos se despierten

mirar los gatos

pensar en mamá y en que impuesto toca hoy

pagar

sentir

que se pulveriza el día

pensar 

en esos personajes tan odiosos, sensatos y verdaderos de las novelas de Saer y Aira

llegar al fondo del estómago

vaciar

su angustia 

su angurria

un poco de yoga o algo así

agua

cielo

recordar que no quiero vivir sin amor

buscar

personas 

que puedan amar

olor  a pasto y un café.




jueves, 10 de noviembre de 2022

 Su vientre se veía a través de las ropas flúo, naranja

era raro ver al señor tan bien vestido de deportista a la moda

la bolsa de compras en la mano

tocando el timbre probablemente de su casa. 

Era un hombre de setenta u ochenta años. 

Se mezcló con los olores a comida del restaurante que tenía la ventana abierta, al lado

y el repiqueteo de las cientos de botellas de gaseosa que estaban en el camión a la izquierda

los muchachos con arneses bajando y subiendo los cajones.

El plástico, el vidrio, la cebolla en cocción

la gente vestida con calzas y zapatillas paseando a los perros

sorprendía

en esa vereda que recorría yendo a por mi café

rico,

imprescindible para iniciar el día.

Pensé en mi madre que solía trabajar en un edificio, pequeño palacete, por ahí cerca

en esa ciudad, esas cuadras siempre recorridas 

no podía esclarecer cuánto me gustaba la imitación a lo francés 

las casas de construcción a la italiana, los edificios gubernamentales a la europea y criollos

los transeúntes y trabajadores a la indiana

ya no entendí

del todo

cuál era mi papel en el asunto.












martes, 1 de noviembre de 2022

Ando paseando

mi desconsuelo

por ahí

por acá

a veces al lado, a veces adelante

o atrás

lo miro

me mira

le pregunto cuándo

tiene previsto

retirarse

y dejarme

en mi precaria

estabilidad

domingo, 30 de octubre de 2022

 Quién sabe por donde

se escabulle

el hálito, el fulgor, la complacencia

aun tenue

con las cosas más vivas de la vida.

Y porque 

nos andamos 

entre vueltas y revueltas de cosas

insepultas

insabidas

raras

que te agarran los tobillos

y no te dejan 

andar

lunes, 24 de octubre de 2022

 Una capa de salitre

como una piel

se ha perdido

se me está

yendo

rebusco

más abajo -o  por encima-

otra

alguna que contenga

elementos nutricios

para una nueva

fabricación.

No se encuentra mucho

por ahora

y caigo

un poco más en el 

vacío.

Envidio 

a gente 

a la que le atribuyo cosas 

que no posee, o no sé

imagino 

que les es más fácil

la frialdad

en los huesos

el rebuscamiento

del calor del sol.

De todos modos

advierto

que un poco puedo nadar en este mar

como si unas branquias

me hubieran

crecido.


lunes, 17 de octubre de 2022

 La casa respira como una ballena

quizás no vuelva a oírla

anticipo

en su latir, su pulmón de tic tac, calandria, viento, temblor de ventana

temo

se ausente

el vibrato del parlante incomprensible como un fax extemporáneo

o el sonido de masa que se cuela en los cables

los gritos locos de los teros

los grillos ensordecedores.

Se compone el sonido de la paz y la tormenta

se adivinan voces ausentes

no quiero irme de acá

necesito irme de acá